EE UU recuerda a Kennedy
Cientos de personas rinden homenaje en Dallas al presidente, 50 años después de su asesinato en esa localidad
Yolanda Monge Dallas
Un momento de silencio y las campanas doblando sobre la ciudad de Dallas
marcaron este viernes el
cincuenta aniversario de la muerte de John F. Kennedy, el presidente cuya
vida fue acortada trágicamente a los 46 años por una bala a las 12.30 de la
tarde del 22 de noviembre de 1963. Frente al sol que deslumbró hace medio siglo
a los agentes del FBI cuando frenéticos buscaban un culpable en las ventanas del
depósito de libros desde donde llegaron las
balas que tenían escrito el nombre del mandatario, este viernes, un día
frío, húmedo y triste, como el ánimo que quedó tras el magnicidio.
Media hora después de que Lee Harvey Oswald disparase un rifle de fabricación
italiana de 12 dólares con mira telescópica desde el sexto piso del almacén de
libros donde trabajaba –según la versión oficial ofrecida por la Comisión
Warren-, los médicos del hospital Parkland de Dallas certificaban la muerte del
presidente que llevó la juventud a la Casa Blanca y habló de una nueva frontera
para Estados Unidos. Un presidente del que las cámaras capturaban solo la
frescura y las ganas de vivir pero que dejaban fuera el dolor y su necesidad de
andar con muletas. Hasta tres veces recibió Kennedy la extremaunción a lo largo
de su vida debido a sus enfermedades y las secuelas dejadas en la espalda por un
incidente sufrido en el Pacífico durante la II Guerra Mundial, donde sirvió en
la Armada.
Pero por unas horas, EE UU y el mundo –con cientos de periodistas
internacionales acreditados para cubrir el aniversario- recordaron el legado y
la figura del presidente solo con las luces, sin sombras, sin muletas. Muchos
eran los que este viernes en la fría Dallas rememoraban la que quizá es la frase
más celebre del primer presidente católico de la nación, aquella que recomendaba
preguntarse lo que uno puede hacer por su país y no al contrario.
Ciudadanos de Dallas que no habían nacido cuando Kennedy murió, como Tawnell
Randall, mostraban su admiración y le certificaban como el hombre que dio el
primer paso para que otros como él –de raza negra-, tuvieran entonces igualdad
de derechos. “Nada volvió a ser igual tras aquel día”, asegura Randall, no
porque lo viviera, sino por la memoria que le inculcó su madre.
Solo los inconfundibles sonidos de los profundos pitidos de los trenes que
bordean Dealey Plaza rasgaban la trascendencia del momento, un
día por el que Dallas ha esperado 50 años hasta por fin poder proclamar el final
del estigma que le hacía responsable del asesinato político más importante
del siglo XX en EE UU. “Aquel día de hace 50 años todos nos volvimos más
adultos”, declaró el alcalde demócrata de la ciudad, Mike Rawlings. La ciudad se
paralizó, quedó conmocionada, “las banderas ondearon a media asta desde Texas
hasta Berlín”, dijo el alcalde. Como este viernes, banderas a media asta mecidas
a ratos por un fuerte viento que abría las ventanas de la ciudad a una nueva
era, aquella en la que el remordimiento por el pasado ya ha caducado.
Sobre el gran escenario del crimen que a día de hoy sigue siendo Dealey
Plaza, con
la columnata desde la que Abraham Zapruder filmó en directo el magnicidio;
sobre la cuna de conspiraciones que es la ladera Grassy Knoll; desde las vías
del tren; con la inmensa presencia del depósito de libros hoy convertido en
museo, varios miles de personas soportaron estoicas el agua y el frío para pasar
página.
La tragedia marcó Dallas para siempre y hoy sus habitantes (el 75% de los
cuales no había nacido o no vivía en la metrópoli cuando Kennedy fue asesinado)
proclaman acabado el medio siglo de vergüenza del que han sido esclavos. No
quieren borrar la historia, sencillamente “abrazarla sin que sea una herida que
se reabra permanentemente sin dejarnos avanzar”, explica el periodista del
diario The Dallas Morning News Steve Blow.
Y de repente, pareció como si se rompiera el cielo. Pareció como si la lluvia
torrencial hubiera estado esperando a desahogarse hasta que los invitados
abandonaron –raudos- sus sitios. El agua repicaba fuerte sobre el asfalto,
corría carretera abajo lavando las heridas del pasado, como huyó del tiroteo la
limusina presidencial transportando moribundo hace 50 años al presidente en el
día más oscuro de la historia de Dallas.
Contesta:
¿Quién fue Kennedy?¿ quién era su esposa?
¿Qué es Dallas y dónde está situada?
¿Quién fue Lee Harvey Oswald?
Explica qué es la Comisión Warren
Qué quiere decir la periodista con que sólo se conocen las luces del presidente?
Una vez leído el texto, resume lo ocurrido ese día.
MICROTAREA:
Realiza un eje cronológico con los presidentes Nortemaericanos del siglo XX.
Indica nombre, años de mandato, partido al que representan y hechos más relevantes durante su gobierno.
MICROTAREA:
Realiza un eje cronológico con los presidentes Nortemaericanos del siglo XX.
Indica nombre, años de mandato, partido al que representan y hechos más relevantes durante su gobierno.
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