ESPERANZAS E ILUSIONES EN UN NUEVO RÉGIMEN.
La Segunda República se proclamó el 14 de Abril de 1931, dos días después de que una gran coalición de socialistas y republicanos de clase media hubiesen ganado unas elecciones municipales en las principales ciudades españolas. Dicha victoria provocó la salida del país del rey Alfonso XIII. El acontecimiento fue acompañado por una explosión de alegría popular y de unas expectaciones excesivas de que el nuevo régimen pudiera remediar las injusticias y deficiencias sociales y políticas tanto de la monarquía como de la dictadura del general Primo de Rivera. La coalición republicano-socialista se proponía emprender una serie de reformas sociales y construir una España moderna, libre de las influencias reaccionarias de la Iglesia católica y de las fuerzas armadas.
LA REPÚBLICA REFORMISTA por Paul Preston, En el combate por la historia, 2012
Responde
1.- ¿Cuando se proclamó la Segunda República? ¿Quién ganó las elecciones en las principales ciudades?
2.- Qué sustantivos y adjetivos positivos (incluido el título) encuentras en el texto que hablen de la Segunda República?
3.- ¿Qué quería la coalición republicano-socialista?
2º Texto
PROYECTOS Y FUERZAS EN
PRESENCIA
El objetivo común de
los componentes del nuevo gobierno era el deseo de acabar con la
monarquía. Por lo demás, cada uno de los principales grupos tenía
sus propias prioridades y no necesariamente apoyaba las ambiciones de
sus compañeros de Gobierno. La amplia coalición abarcaba desde
elementos conservadores que no querían cambios más allá de echar a
Alfonso XIII, un centro formado por los radicales de Alejandro
Lerroux, muchos de los cuales eran corruptos y simplemente querían
beneficiarse del acceso a los resortes del poder ,y, finalmente,
republicanos de izquierdas y socialistas con objetivos reformistas
ambiciosos pero diferentes. Se veían a sí mismos utilizando juntos
el poder del estado para crear una nueva España. Sin embargo, para
ello se requería un inmenso programa de reformas que consistiría
en, aparte de destruir las influencias reaccionarias, crear
relaciones laborales más equitativas, acabar con los poderes casi
feudales de los latifundistas y satisfacer las demandas autonómicas
de los regionalistas vascos y catalanes.
La llegada de la
República encontró a la derecha temporalmente carente de
organización política. Por tanto, las clases altas y numerosos
sectores de las clases medias se conformaron con la marcha de Alfonso
XIII porque no tenían otra alternativa. Lo hicieron con la esperanza
de que, sacrificando al rey y tolerando a un presidente, podrían
protegerse de mayores desgracias en el camino de la reforma social y
económica. La proclamación de la República significó
que, por primera vez, el poder político pasó de las oligarquías a
las izquierdas moderadas. Sin embargo, otros elementos más
potentes quedaron en manos de las clases conservadoras. Para
obstaculizar el proyecto reformista republicano-socialista
dispondrían del poder económico (de los bancos, de la industria y
de la tierra), y del poder social (el control de los medios de
comunicación como la prensa y la radio) y el sistema de enseñanza
que en gran parte era privado. Además contaban con el poder
persuasorio de la Iglesia y el monopolio de la violencia en manos del
Ejército y de la Guardia Civil en su determinación de impedir
cualquier ataque contra la propiedad, la religión o la unidad
nacional. En este sentido, las semillas de la discordia estaban
sembradas en las esperanzas de la izquierda y en el miedo y
resentimiento de los elementos de la derecha que se veían
amenazados.
Las esperanzas de los
socialistas eran moderadas. La dirección del PSOE sabía que la
implantación del socialismo era un sueño lejano y que buscaba
simplemente una mejora de las condiciones de vida de los braceros del
sur, los mineros asturianos y otros sectores de la clase obrera
industrial. Su moderación sería vana porque los grandes
latifundistas y propietarios de las minas consideraban cualquier
intento de reforma como una agresión intolerable contra el reparto
existente del poder social y económico.
Aún así, la
hostilidad de la derecha se manifestó muy pronto. Casi de inmediato,
la situación financiera se vio amenazada por la masiva evasión de
capitales. Tras la proclamación de la República, los seguidores del
general Primo de Rivera empezaron a recolectar dinero de
aristócratas, terratenientes, banqueros e industriales para
justificar la necesidad de un golpe militar para derrocarla,
financiar actividades conspirativas (SANJURJADA, pronunciamiento
militar, intento de golpe de estado, EN AGOSTO DE 1932 EN SEVILLA) y
comprar armas. No era de extrañar, ya que el compromiso
de mejorar las condiciones de vida de los más pobres implicaba una
importante redistribución de la riqueza. En medio de una
depresión económica mundial, las reformas humanitarias parecían
desafíos revolucionarios al orden económico establecido.
RESPONDE
1.- Enumera lo que
quería el programa de reformas de la coalición republicano
socialista
2.- ¿Qué novedad
supuso la proclamación de la Segunda República en cuanto a quién
ejercía el poder político?
3.- ¿Qué buscaban la
dirección del P.S.O.E. y los republicanos de clase media?
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