lunes, 11 de marzo de 2013

Microrrelatos de alumnos





"El bosque era enorme. Unos pinos altísimos y grises. De lejos vi a la niña que perseguía a un lobo aterrado...
           
 La muchacha corría y corría. El lobo tropezó y cayó en una zanja. La joven ayudó al lobo, se lo llevó a casa, lo cuidó, lo mimó... desde ese día  el lobo vive con Clara. Son inseparables".

 Adrián González
3º Diversificación.







 "El bosque era enorme. Unos pinos altísimos y grises. De lejos vi a la niña que perseguía a un lobo aterrado... que corría ladera arriba.

En cuestión de segundos lo perdió de vista. Se entristeció. ¡Deseaba tanto fotografiarlo
 Después de un tiempo, Verónica volvió al bosque. De pronto, tras un pino encontró al lobo dormido.
¡Por fin tenía la foto! ¡Ya tenía el regalo que tanto deseaba  su madre!"
Sergio Magriz, 
 3º Diversificación.







 "Aquel hombre era invisible, pero nadie se percató de ello...
En el pueblo pasaban  cosas extrañas, los objetos se movían, volaban  las cosas, desaparecía la comida...
 El hombre invisible no paraba de reír.
Un día tiró una papelera y una mujer de cabellos rubios y de ojos claros le riñó.
¡Se quedó paralizado, aquella bella mujer le veía! Desde entonces son una pareja feliz y los habitantes del pueblo han recuperado la tranquilidad.

Jénnifer Sánchez
 3º Diversificación.





"Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba ahí. 
El guerrero volvió al castillo en busca de refuerzos. Acompañado de sus soldados, salió dispuesto  a luchar hasta la muerte. El dinosaurio debía morir y pagar por su culpa. 
 Al llegar  a la explanada no  daba crédito a lo que veía.  Allí estaba  el temido dinosaurio acompañado de su cría.  
 El  dinosaurio pequeño traía  en sus brazos a una muchacha. ¡Era la princesa! La heredera llevaba  días perdida en el bosque. Gracias a ellos regresaba a casa.

 Adrián Peña 
3º Diversificación 

 

2 comentarios:

  1. Enhorabuena, chicos. Los cuentos son sorprendentes, ofrecéis una escena inesperada y llena de sensibilidad. Me alegro de que estéis avanzando tanto. Un saludo, Viki

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